MANUEL IBARRA SANTOS.
La multitudinaria celebración en el zócalo de la capital de la República, por el 85 aniversario de la Expropiación Petrolera, fue el espacio histórico del re/encuentro del presidente Andrés Manuel López Obrador y el líder del senado Ricardo Monreal.
A la invitación y convocatoria del jefe de la Nación, para celebrar esta fecha histórica, producto de la iniciativa de Lázaro Cárdenas del Río, Ricardo Monreal respondió con solidaria actitud, para fortalecer la unidad nacional y el mandato de López Obrador.
Ricardo Monreal se desplazó este pasado sábado, por las principales calles de la capital del país, rumbo a La Plaza de la República, siendo cobijado por cientos de ciudadanos, quienes le mostraron afecto, simpatía y respeto.
Una vez más, en un hecho inusitado, la actitud de un zacatecano que, como Ricardo Monreal supo superar con inteligencia los barruntos de quienes lo querían conducir por los senderos de la ruptura y la confrontación. Se impone, al final, la racionalidad del diálogo y la unidad.
En su marcha hacia el Zócalo de este pasado fin de semana, Ricardo Monreal Ávila aparece, en un hecho igualmente inédito de la historia política de México y Zacatecas, como un actor protagónico en dos escenarios: primero, como candidato a la presidencia de la República; y segundo, como fuerte aspirante al gobierno de la Ciudad de México.
Sobre este acontecimiento han dado cuenta las empresas encuestadoras más prestigiada del país, como las de los periódicos Reforma y el Financiero, así como Mitofsky, de Roy Campos.
Por lo menos hasta ahora, ningún personaje de la vida política nacional, había aparecido como un actor y puente de transición hacia dos procesos políticos simultáneos en la vida de la República: la presidencia del país y el gobierno de la ciudad de México.
Esto sólo es producto de la capacidad y la inteligencia de Ricardo Monreal, que se ha movido con solvencia en el ajedrez político de la Nación y que ha resistido vendavales de todo tipo. Tan vez, ningún como él, nos guste reconocerlo o no.
Quienes lo hacían frágil y débil, incluso con la posibilidad de ser reciclado y sustituido, ahora se dan cuenta que no será tan fácil, como algunos suponían.
Pero que significa este reposicionamiento sorprendente de Ricardo Monreal, en el escenario político de la República. Algo simple y sencillo: que el zacatecano es y será pieza clave en la sucesión presidencial del 2024, proceso al que le ha puesto su sello.
El senador zacatecano, de esta forma, contribuye desde su perspectiva, a fortalecer la unidad de la República en torno al mandato que hoy ostenta Andrés Manuel López Obrador. Una vez más, le responde con lealtad, al jefe de la Nación.
Pero sí alguien lo dudaba, Ricardo Monreal mantendrá, debido a esto, un alto protagonismo hegemónico en el país, pero también inequívocamente en el Estado de Zacatecas, lo que puede ser positivo. Muchas de las decisiones hacia lo local, pasarán por este puente de comunicación.
Lo anterior bien puede abonar a tejer una serie de acuerdos y pactos para fortalecer la gobernabilidad de Zacatecas, por su desarrollo, y que contribuya a superar el contexto de violencia que se experimenta. Apostemos a ello.
El aniversario 85 de La Expropiación Petrolera, así, se ha convertido en el espacio del reencuentro López Obrador y Ricardo Monreal Ávila. Esperemos que esto sea positivo para Zacatecas.
LOS DATOS DE LA HISTORIA.
De los 65 presidentes que la República en su historia, de Guadalupe Victoria a López Obrador, dos de ellos han sido zacatecanos: José María Bocanegra y Pedro Vélez.
José María Bocanegra (1787/1862) nació en una intendencia zacatecana, ahora hidrocálida, muchos años antes de que Aguascalientes se independizara de Zacatecas (1835). Por su parte, Pedro Vélez, es originario de Vallanueva.
En el 2024, se elegirá el presidente número 66 en la vida del México independiente. La pregunta que debemos hacernos: ¿Podrá ser zacatecano o con gran influencia de un personaje originario de Zacatecas? El tiempo lo dirá y avanzan, mientras tanto, los relojes de la historia.