Guías, pinzas de cazoletas para biopsias, de coagulación, de cocodrilo o de ratón, clips, cepillo de citología, asas de polipectomía, redes, cestas de Dormia, trípodes, agujas de esclerosis, polvos hemostáticos, sondas de Argón, esfinterotomos, estents de plástico y metálicos, balones inflables y dilatadores del conducto biliar son algunas de las herramientas endoscópicas.

"Hablamos de un instrumental imprescindible, mínimamente invasivo, para diagnosticar y tratar múltiples problemas o enfermedades gastroenterológicas, ya estén ocultas o produciendo síntomas más o menos graves", subraya el director científico del Instituto Clínico del Aparato digestivo (ICAdig).

Doctor Marín Gabriel, una vez desvelados los secretos del endoscopio, ¿cuáles son los procedimientos frecuentes que se utilizan en la endoscopia digestiva?
"El procedimiento más cotidiano sería la toma de tejido para ser analizado al microscopio, la biopsia; y para esta técnica utilizamos una pinza endoscópica básica. Es de lo que hablan l@s pacientes cuando dicen a sus familiares... 'Me han cogido una biopsia'.

La pinza tiene que ser lo suficientemente larga para que atraviese todo el canal del endoscopio, llegue a su punta y pueda ser manejada por el asistente del endoscopista.

Este tipo de pinza, de material metálico y que suele medir seis milímetros, tiene unas cazoletas de unos tres milímetros que se abren y cierran cuando el asistente acciona el mango de la propia pinza que se está utilizando a través del endoscopio.

En ocasiones, entre ambas cazoletas se incluye un pincho diminuto que permite fijar con mayor seguridad el tejido que se va a biopsiar dentro de la pinza con el fin de que no se desprenda al extraerlo de cualquier zona del aparato digestivo, más aún del estómago, el intestino delgado o el colon.

En realidad, el médico especialista lo que hace es pasar el material a través del canal de trabajo del endoscopio y ajustar su posición en la punta del endoscopio, según se necesite. Sin embargo, el resto del manejo del material es obra del asistente.

El personal de enfermería o auxiliar tienen aquí mucho mérito. Por eso, formarles y entrenarles adecuadamente y de manera específica en el mundo de la endoscopia es una prioridad para todas las unidades de endoscopia.

Cabe recalcar, a la vez, que casi todos los instrumentos y herramientas que empleamos en la endoscopia digestiva tienen un mango que el asistente debe accionar para poder usarse adecuadamente.

¿La pinza de biopsia es la única forma de extraer tejido del interior del tubo digestivo para analizar y diagnosticar el origen de una lesión?
La pinza de biopsia es la que nos proporciona el mejor material para un buen diagnóstico, pero el cepillo de citología, de material plástico rodeado de cerdas, también nos puede ayudar a obtener células de la pared del tracto gastrointestinal.

Este instrumento se usa para obtener tejido de lugares de difícil acceso, como el interior del conducto colédoco de la vía biliar que desemboca en el intestino delgado procedente del hígado y la vesícula biliar a través del páncreas.

Es muy típico usar un cepillo de citología cuando hacemos una colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE), técnica diagnóstica que se combina con rayos X para obtener imágenes de alta calidad de la anatomía de la zona.

También, nos puede servir para un diagnóstico rápido o urgente, como una infección en el esófago por hongos.

Doctor, ¿la resección de pólipos es habitual?
Para las polipectomías, muy habituales en la salas de endoscopia, usamos las asas, una especie de lazos de metal con una vaina plástica externa. Las hay de diferentes tamaños, formas y con diversos tipos de hilos metálicos que se conforman en trenzado.

El asa debe estar constituída por un material cuya flexibilidad y rigidez, a la par, tienen que ser suficientes para operar de manera fácil y eficiente en la zona tratada: si el asa metálica es muy blandita no se conseguirá cortar el pólipo.

¿Y los pólipos grandes también se sacan del tubo digestivo con las herramientas de la endoscopia?
Cuando la cantidad de tejido no es voluminosa se emplea la propia asa utilizada en la polipectomía; incluso el tejido extirpado se puede aspirar y recuperar a través del canal de trabajo del endoscopio.

Si el pólipo es de mayor tamaño necesitaremos una red o cesta de Roth: un lazo metálico con una malla que simula una red de pescar. Con ella podemos extraer tejidos de lesiones grandes, pero, a su vez, debemos retirar completamente el endoscopio del interior del tubo digestivo del paciente.

Disponemos de otros dispositivos parecidos como los trípodes (especie de pinza con tres patas), las pinzas de dientes de cocodrilo o diente de ratón, o las cestas de Dormia (herramienta con cuatro alambres que forman una especie de jaula vacía, sin red entre los barrotes).

Doctor Marín Gabriel, ¿puede sangrar la zona del tubo digestivo cuando se realiza un procedimiento, por ejemplo una biopsia o la extirpación de un pólipo?
Tomar biopsias o extirpar pólipos de pequeño tamaño no provoca complicaciones salvo de forma excepcional, ya que son las técnicas más básicas y, por tanto, seguras de la endoscopia digestiva.

Aún así, cuando tratamos una úlcera o se realiza una polipectomía importante (resección mucosa) sí puede provocarse algún sangrado, aunque sea muy raro durante la toma de una biopsia, ya que se asemeja a un rasguño en la piel.

En todo caso, el mejor momento para que haya un sangrado relevante es justo cuando ejecutas el procedimiento, puesto que disponemos de muchas técnicas para detener el fluido sanguíneo.

De hecho, cuando el paciente llega a las urgencias hospitalarias sangrando por una úlcera gástrica o abdominal, podemos utilizar diferentes técnicas que cortan el sangrando.

Clips o pequeñas grapas: apéndices metálicos que se pueden abrir y cerrar para comprimir la zona que sangra. Se dejan fijas en la zona tratada. Con el paso de los días, al formarse la cicatriz, el clip se desprenderá espontáneamente.

Existen otro tipo de clips, más grandes, como una especie de cepos para aprisionar, que van montados en la punta del endoscopio. Se usan para sangrados muy significativos, sobre todo en el tratamiento de las úlceras.

Polvos o geles hemostáticos: Se trata de sustancias que se liberan en la zona donde se está produciendo el sangrado y que favorecen que se forme un coágulo que detiene la hemorragia.

Técnicas de inyección con aguja de esclerosis: a través de esta aguja especial se pueden inyectar sustancias en el vaso sanguíneo abierto o a su alrededor para comprimirlo y cerrar dicho vaso.

La aguja está protegida dentro de un catéter para que no pueda dañar el canal de trabajo del endoscopio. La aguja se acciona para inyectar el tratamiento en la zona indicada, habitualmente una mezcla de suero con adrenalina.

Pinzas de coagulación. Se parecen a las pinzas de biopsia, pero, a su través, pasa una corriente eléctrica que permite coagular la zona que está sangrando.

Sondas de Argón: catéteres especiales a través de los cuales pasa un gas: el argón. Ese mismo catéter tiene un dispositivo en su punta distal que produce una chispa eléctrica.

Con la chispa, el gas se ioniza y hace que la corriente salte de la punta de la sonda hasta la mucosa, como una especie de diminuto rayo eléctrico, fulguración, que hace que la sangre se coagule inmediatamente.

Por supuesto, estas opciones terapúticas se pueden combinar para mejorar su eficacia final . L@s pacientes no deben preocuparse por un sangrado, ya que las complicaciones se resuelven sin necesitar cirugía u otro tipo de tratamiento.

¿Y qué sucede cuando se atasca un alimento o un objeto en el esófago?
Nos encontramos ante un accidente muy típico cuando l@s especialistas endoscópic@s estamos de guardia en las Urgencias de un centro hospitalario.

La persona tiene un estrachamiento en el canal esofágico generado por un alimento, un objeto o porque sufre la acción de una gran cantidad de reflujo gástrico, sobre todo en la zona baja del esófago o por esofagitis eosinofílica.

Pueden quedarse alimentos y objetos ingeridos en esas estrecheces provocando lo que llamamos una impactación, que es un problema que requiere atención urgente.

Con los trípodes, las redes o las cestas de Dormia podemos extraer esos alimentos que se han atascado o los materiales que el paciente haya tragado de forma voluntaria o accidental.

Además se usan pinzas para cuerpos extraños, que a veces incluyen un capuchón largo que colocamos en la parte delantera del endoscopio. Si aportamos suficiente capacidad de aspiración se puede extraer el alimento o pieza del esófago.

Una de las situaciones más peligrosas es la ingestión de pilas o baterías de juguetes normalmente protagonizados por menores.

Una vez superado el momento de la urgencia estresante, se puede tratar esa estrechez, también por endoscopia. Para ello disponemos de los balones de dilatación.

Se trata de una especie de globo apepinado y desinflado que pasa a través del canal de trabajo del endoscopio. Una vez se llega a la estrechez, el balón se hincha con suero mediante una especie de pistola que controla la presión en el interior del balón.

Disponemos de balones de diferentes diámetros para poder ir dilatando poco a poco sin provocar daños internos al paciente.

Lo normal es que la estrechez se resuelva por medio de la dilatación, pero cuando esto no sucede puede ser necesario inyectar antiinflamatorios (corticoides) a continuación de la intervención.

Si el problema continúa, quizá habrá que aumentar el diámetro de la zona no reparada con unos bisturíes especiales (terapia incisional) o colocar una prótesis para distender esta parte del tubo afectado durante algunas semanas.


 
 

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