A lo largo de la historia, el trabajo se ha convertido en la piedra fundamental de las sociedades, siendo este el factor clave para la producción de la economía y el desarrollo de la sociedad y por ende de las naciones; es así, que llegando a la mayoría de edad, cuando legalmente sucede según el país de origen, o lastimosamente en la niñez o adolescencia cuando no queda de otra aun y cuando se contravenga la norma jurídica de sus cuidadores primarios de trabajo forzado de niñas, niños y adolescentes, las personas pasan la mayor parte de su vida, en busca de actividades que les permitan satisfacer y alcanzar el objetivo de supervivencia, en pocas palabras se trabaja y se ofrece un servicio a cambio de una remuneración, para más tarde intercambiarlas por alimento, vivienda, transporte, salud, seguridad, educación, etc. 

Desde la prehistoria hasta nuestros días, hombres y mujeres siguen construyendo sus propias herramientas de trabajo, no solo para el menor esfuerzo, sino para brindar mejores resultados, en el menor tiempo posible y es así que desde la implementación de palos y piedras, hasta la invención de la maquina hasta las más sofisticadas controladas con inteligencia artificial, los trabajadores han evolucionado a la mejora continua. Este avance laboral permitió que la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (PROFEDET), estipulara cada 28 de abril, como el día mundial de la seguridad y la salud en el trabajo, que busca fomentar la prevención de accidentes y las enfermedades relacionadas con actividades laborales.

Uno de los plexos jurídicos en la vida laboral es, La ley federal de trabajo, la cual se publicó en el Diario Oficial de la Federación desde 1970, con algunas reformas importantes como la de Febrero del 2025, y que  menciona en el título cuarto: Derechos y obligaciones de los trabajadores y de los patrones, artículo 132, fracción quince, y asienta que el patrón debe proporcionar capacitación y adiestramientos a trabajadores, según lo dispuesto en los reglamentos y las normas oficiales mexicanas en materia de seguridad, salud y medio ambiente, pero a pesar de los grandes esfuerzos de las empresas para prevenir accidentes, sigue siendo uno de los principales motivos de consulta en el primer nivel de atención. Dichos accidentes laborales pueden ocasionar un estado de incapacidad del trabajador para laboral, por lo que las instituciones de salud, expiden un documento médico-legal que avale dicha condición.

La incapacidad temporal para el trabajo (ITT) que expide el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se fundamente en el artículo 137 del Reglamento de Prestaciones Médicas, donde la define como “la pérdida de facultades físicas o mentales que imposibilitan parcial o totalmente al asegurado para desempeñar su actividad laboral habitual por algún tiempo”. Si la salud se encuentra comprometida por un accidente o enfermedad producidos dentro del trabajo, se otorga una ITT por el ramo de riesgo de trabajo (RT), pero si la imposibilidad física es por causas ajenas al trabajo, corresponde una ITT con ramo enfermedad general (EG).

Es importante recalcar que al momento de presentarse cualquier escenario como los antes mencionados, el trabajador tiene la obligación de avisar inmediatamente al patrón y acudir a la atención médica de urgencias, de preferencia el mismo día del incidente, llevando consigo los siguientes requisitos: Cartilla Nacional de Salud que es el documentos que incluye los datos personales, como el nombre completo, el número de seguro social, la clave única  de registro de población (CURP) y la dirección del asegurado, una identificación oficial vigente (INE, Pasaporte o cédula profesional), nombre o razón social del patrón o la empresa, puesto que desempeña, dirección, número de teléfono de la empresa, correo electrónico personal, horario laboral y días de descanso.

En caso de ser un ramo por riesgo de trabajo (RT), se expide el Aviso  de atención médica inicial y calificación de probable accidente de trabajo (ST-7), que tiene como finalidad recopilar información detallada sobre el accidente y determinar si el trabajador necesita un reposo temporal o permanente. Estos datos esenciales pueden hacer la gran diferencia, entre una atención médica rápida y eficiente o una consulta lenta, tenebrosa y abrumante. Recuerda que la mejor prevención de accidentes, es conocer los riesgos, evitar consumo de sustancias licitas o ilícitas en horario laboral, utilizar en todo momento el equipo de protección personal (EPP), evitar el conflicto entre pares, al fin y al cabo recuerda que ¡todos flotan!. Acude con el profesional de la salud quien será el acompañante ideal en esta travesía profesional.


 
 

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