Kiev(EFE).- El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, llegó esta mañana a la capital ucraniana para transmitir a Kiev el apoyo continuado de Washington a la causa de Ucrania.
“Acabo de llegar a Kiev para reunirme con líderes ucranianos”, ha escrito Austin en su cuenta de la red social X. “Estoy aquí para entregar un mensaje importante: Estados Unidos continuará apoyando a Ucrania en su lucha por la libertad contra la agresión rusa, tanto ahora como en el futuro”.
El secretario de Defensa de EEUU, que viaja acompañado por el jefe del Comando Europeo de EE.UU. (EUCOM), el general Christopher Cavoli, llega a Kiev en un contexto político marcado por las reticencias de una parte importante del Partido Republicano a seguir enviando ayuda financiera y militar a Ucrania.
Según un comunicado publicado por el Departamento de Defensa estadounidense, Austin, tratará en esta visita la posibilidad de enviar ayuda militar a Ucrania que dé garantías al Ejército ucraniano para afrontar el invierno.
Polonia bloquea ayuda humanitaria en su frontera con Ucrania
Respecto a la ayuda humanitaria, el Gobierno ucraniano denunció este lunes que numerosos camiones con productos básicos y combustible permanecen atascados en las colas que se forman desde hace semanas en pasos fronterizos de Polonia con Ucrania, por el bloqueo impuesto por transportistas polacos que protestan contra una supuesta competencia desleal ucraniana.
“Hemos registrado numerosos casos de camiones cisterna de combustible y camiones humanitarios esperando en las colas”, escribió hoy en su cuenta de Facebook el viceministro de Infraestructura de Ucrania, Serguí Derkach.
El ministro reprochó a Polonia que no esté cumpliendo su compromiso de dejar pasar estos transportes esenciales para Ucrania en tiempo de guerra y explicó que el Gobierno de Kiev se ha puesto en contacto con Varsovia para que permita el paso de los convoyes cuanto antes.
Polonia fue al principio de la guerra uno de los aliados más firmes y generosos de Ucrania, pero las relaciones entre ambos países se rompieron en septiembre, después de que el Gobierno conservador polaco decidiera extender, de forma unilateral y contra la opinión de Bruselas, la prohibición a la entrada de ciertos productos agrícolas a su mercado.