El pasado 18 de septiembre se conmemoró el “Día Internacional de la Igualdad Salarial”, sin duda esta fecha abre el espacio ideal para la reflexión sobre la brecha salarial en nuestro país y por supuesto en Zacatecas. 

Es por ello, que en estas breves líneas abordaré brevemente el tema de que significa la brecha salarial y como esto impacta directamente la construcción de la autonomía económica de las mujeres en nuestro país.

La brecha salarial entre hombres y mujeres pretende analizar las diferencias que existen entre los ingresos percibidos por las mujeres a diferencia de los hombres, llevando a cabo las mismas actividades laborales.[1] Si este fenómeno se observa de manera superficial, pareciera que no existe tal diferencia, sin embargo, las estadísticas analizadas por parte del Instituto Nacional de las Mujeres nos revelan otro escenario.  

De acuerdo con el estudio “Brecha salarial en México” de 2016, encontró que existe una diferencia entre salarios de hombres y mujeres con preparación profesional, mientras que el promedio de ingresos mensuales de los hombres se encuentra en $14,271 y el de las mujeres en un promedio mensual $10,199, la diferencia porcentual es del 28.5%.

La brecha salarial no se cierra al aumentar el nivel de estudios, esta se hace más grande, el sueldo promedio mensual de hombres con posgrados se encuentra en $24,357, mientras que el de las mujeres cuenta con un promedio mensual de $16,145, es decir existe una diferencia porcentual del 33.7%.[1]

Estos datos hacen visibles que la brecha salarial entre hombres y mujeres no se puede explicar por la falta de preparación de las mujeres, por lo que reforzar la integración de las mujeres dentro de las aulas universitarias y de posgrado, no impactará esta brecha.

Por otro lado, en Zacatecas de acuerdo al Boletín Estadístico de “Brechas de Desigualdad entre hombres y mujeres” de 2017, la brecha de economía establece que las mujeres zacatecanas en promedio cuentan con ingreso anual de $213,176 mientras que el de los hombres se encuentra arriba por más del 50% con un ingreso anual de $395,899.

En este sentido, el aparato gubernamental ha apostado por la legislación de la igualdad y garantizar por igual el acceso al trabajo, prueba de ello es nuestra Carta Magna en su artículo 123, aunado a lo anterior se cuenta a nivel federal con la Ley General para la Igualdad entre mujeres y hombres, en este orden de ideas, el engranaje jurídico nacional se encuentra actualizado, sine embargo esto no ha sido suficiente para transformar la realidad de las mujeres.

Estas brechas persisten, a pesar de las múltiples legislaciones que velan por la igualdad de género, es decir, la respuesta no se encuentra en las normas jurídicas, sino en las sociales, en donde se debe apostar por la construcción de la autonomía económica de niñas y mujeres.

Además, al contar con menores ingresos las mujeres cuentan con menos herramientas para poder acceder al sistema financiero alejándose de la posibilidad de ser autónomas económicamente y lograr su independencia financiera.

 En este sentido, el papel del Estado es esencial para impulsar y promover políticas públicas que logren detonar todas las capacidades económicas de las niñas y mujeres, si bien se trata de una apuesta a largo plazo, no podrá cerrarse esta brecha sino se considera la autonomía económica como eje fundamental.

 Asimismo, se hace necesario desmantelar los estereotipos y roles de género que juegan como obstáculos para que las mujeres accedan al mismo salario que los hombres o que puedan ser consideradas para puestos en los que aumenten sus ingresos.

 Finalmente, aprovecho este espacio para para ratificar mi compromiso con la igualdad de género, buscando detonar todas las capacidades económicas de las mujeres zacatecanas, con la firme convicción de establecer los pilares necesarios para la construcción de una verdadera autonomía económica.

 

 

21 de septiembre de 2020,

M.F. María del Carmen Salinas Flores.

Tesorera del Senado de la República.

 


 
 

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