Hace como 10 días, cuando el Poder Judicial Federal estuvo en su lucha, estuvimos escuchando de parte del gobierno federal, que pueden estar en huelga más tiempo, para tener menos delincuentes en las calles, pero ahora bailamos a canciones con narco-mensajes fuertes a falta de nuestra propia congruencia. ¿Dónde está la verdad? O, ¿qué es lo que queremos? Decimos, que queremos menos violencia, que queremos menos muertes y desaparecidos, menos corrupción. Pero hacemos todo lo contrario. Las muertes que no se investigan, porque más probable es el ajuste de cuentas entre los grupos y pues, mínimo según las canciones es parte de la cultura, parte de la vida. La infidelidad y los engaños estamos premiando como reconocimiento del estatus social y como habilidad del individuo a vez de penalizarla, así como por ejemplo en Palestina, Irán o Sudán, donde por la infidelidad los condenan a la muerte. La narco-cultura, durante las décadas fue considerada una subcultura limitada a la frontera y la zona norte del país y su normalización en medios y artes visuales, así como en la literatura fueron en el ojo se los demás, porque las personas inmiscuidas en la narco-cultura muestran una actitud de prepotencia, de sentirse dueños de todo lo que los rodea.

Las economías más fuertes están en los países donde los primero que se valora es la educación y respeto a los demás. Educar con valores sucede por la educación informal impartida por los padres, pero también en el ámbito social a lo largo de la vida. Por esa razón se inventaron leyes o también los principios de la convivencia social. Por eso, si alguien roba, mata o realiza cualquiera conducta antisocial, está condenado a una pena. Por tal razón todavía Moisés recibió los Diez Mandamiento como los requisitos morales, anteriores a los demás para persuadirnos a arrepentirnos, para crecer en la moral y mejorarnos. Así como fueron entregados al Moisés los Diez Mandamientos como principios de comportamiento necesario para mantener los valores morales, así la ley limita las conductas humanas para establecer la orden. Donde no existe la ley o no se aplica, domina caos.

“La libertad de cada uno termina donde empieza la libertad de los demás”.

El Gobierno en este sentido como buen padre debe guiar a sus hijos, penalizar a los que hacen conducta antisocial para servir de ejemplo a otros hermanos que pasara también con ellos, si van a seguir el mal ejemplo. Pero nuestra ignorancia, falta de atención o propia conducta de los padres que está llena de los vicios, destruye el ecosistema social. En el nivel nacional se escucharon diversos comentarios a la actuación de la Gobernadora Constitucional del Estado de Colima, cuando en la feria se subió al podio cantar y bailar en ritmo del Tigres del Norte. Pues no quiero criticar la misma, porque la verdad nuestra actuación depende de la percepción personal del mundo que nos dicta el propio Ego, pero que nos siembra la duda es, porque unos señalan bailar y divertirse públicamente a las canciones con narco-mensajes como inadecuados y los demás solamente sorprendente dicen, pero ¿qué tiene de malo? Si en nuestra vida personal las conductas y opiniones diversifican a 180° grados, nos dicen que somos bipolares y no tiene nada que ver con libertad de expresión. Pero porque unos consideran normal propagar la violencia, el alcohol, pero otros la tienen en el código penal contemplada como delito de corrupción de menores. Facilitar la práctica de ebriedad o corrupción de cualquier naturaleza, que en este dado caso puede considerarse también la propagación de la violencia , en varios códigos penales estatales, se considera como delito. De igual forma está prohibido a los menores de 18 años que no tienen la capacidad de comprender plenamente la actuación, el acceso a los centros del vicio o a los lugares que en forma negativa pueden afectar el sano desarrollo de los jóvenes no nada más por lo que consumen, sino también por lo que ven.

Pues no creo que hay lugar para preguntar, porque desaparecen niñas y jóvenes, porque hay menores de edad en la calle dedicándose a narcomenudeo, porque de los pocos jóvenes desaparecidos que encuentran, sus padres los ven descuartizados en una bolsa. Tal vez porque lo escucharon en una canción, tal vez porque esta canción se canta en su colonia, ¿en su casa o se escucha del radio del gobierno del estado? Promover la cultura de Paz y sanar el tejido social requiere la congruencia entre lo que hacemos y decimos. Si es cierto, que la gente siempre va a hablar o criticar de lo que hacemos, pero mejor que hablan de los actos buenos y mejor que critican nuestros actos filantrópicos, mejor que nos tienen de locos por escuchar la música clásica o ir al teatro. El mal gusto no es delito, con mayor razón deberíamos bien escoger con quien nos estamos rodeando.

¡Es cuanto!


 
 

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